¿Cómo proteger a los comunes del extractivismo de datos?
El último acto del ciclo de experiencias de Innovación Social Digital en Barcelona #DSIPLAY, que tuvo lugar en Hangar, fue una sesión más enfocada en lanzar preguntas y reflexiones de futuro que en buscar respuestas a corto plazo. La temática ya planteaba un reto en sí misma: cómo proteger a los comunes digitales del extractivismo de activos, o tal y como planteó el moderador de la sesión, Efraín Foglia de Guifi.net, “¿dónde van a parar todas las promesas de código abierto y sus prácticas?».
El público pudo conocer diferentes casuísticas de negocios digitales y las problemáticas con las que se encuentran para proteger a sus desarrollos, abiertos y compartidos en la red, al alcance tanto de aquellos que entienden la filosofía de las tecnologías abiertas como de los vampiros, que se apoderan de la información para sacar un rédito económico.
Comercialización desleal
Befaco es una empresa de hardware musical basada en la filosofía DIY y el conocimiento abierto y compartido. Según explicó Manu Retamero, portavoz de la empresa, Befaco se ha encontrado con el dilema de tener que limitar la información compartida digitalmente a través de diferentes niveles de licencia de uso, porque ha habido empresas que han replicado sus productos y los han comercializado deslealmente, rompiendo así la cadena de compartición.
Este es un caso parecido al de Makea, aunque vinculado al diseño de mobiliario. “¿Qué pasa cuando diseñas algo en código abierto y una empresa te lo copia? ¿Cómo se puede proteger este producto? ¿Se puede hacer algo al respecto?”, planteaba el representante de Makea, Alberto Flores, quien al mismo tiempo reflexiona sobre su proyecto, que nace del mismo modo, pero a la inversa, apropiándose y pirateando una marca comercial reconocida. La solución a estos retos todavía está por llegar, pero mientras tanto el equipo de Makea sí que ve el valor de seguir compartiendo y almacenando todo este conocimiento –prototipos, diseños… – en su plataforma, a fin de que permanezca allí y sea accesible a todo el mundo.
La voz colectiva digital
Este dilema de cómo conservar el conocimiento que se genera digitalmente para una transmisión posterior entre las personas es lo que también plantea la periodista Karma Peiró a raíz del proyecto #cuéntalo. Todo empezó cuando la también periodista Cristina Fallarás creó esta misma etiqueta en las redes sociales, con la que denunciaba y visibilizaba la violencia machista. El tuit de Fallarás resultó ser una inspiración que fue seguido de miles de denuncias en muy poco tiempo por todo el mundo.
A partir de este fenómeno, un grupo de expertos y expertas, entre los que se encontraba Karma Peiró, se plantean cómo se puede preservar la historia actual, que tiene lugar en redes privadas y que en cualquier momento puede desaparecer sin dejar ni rastro. Con este espíritu nace #cuéntalo y se convierte en un proyecto tecnológico de preservación documental y de recuperación de la voz colectiva digital.
Arte, financiación colectiva y participación ciudadana
Durante la sesión también tuvimos la oportunidad de saber más sobre la obra apropiacionista del artista Mario Santamaria, quien se define a sí mismo como un parásito digital, ya que se dedica a utilizar desarrollos ajenos para lucrarse como artista. De hecho, invitó a la reflexión cuando habló sobre proyectos como el Google Arts Project o las bibliotecas, sin ir más allá, que suponen casos anómalos de prestación de servicios y de creaciones que tienen una propiedad intelectual de manera abierta y gratuita.
Finalmente se habló sobre dos proyectos que sí que han encontrado su espacio en el ámbito de los comunes digitales. Es el caso de la plataforma de financiación colectiva Goteo y la de participación ciudadana Decidim, ambas con mucho éxito, que han sabido trasladar su modelo a muchas y variadas aplicaciones, y que han conseguido muchos clientes, principalmente otras ciudades.
La falta de referentes legales y jurídicos que controlen un entorno tan nuevo y cambiante como el digital, la necesidad de extender la cultura del software abierto para evitar vampiros y cómo proteger los activos que son un bien común fueron algunas de las conclusiones de la última sesión del DSIPLAY. Si quieres saber más detalles, puedes consultar el tablón que se creó en directo aquí.
El ciclo DSIPLAY de experiencias de innovación social digital
DSIPLAY ha sido un ciclo sobre experiencias de innovación social digital en Barcelona, que se inició durante la pasada Maker Faire. A lo largo de ocho sesiones, que se han llevado a cabo de forma semanal durante dos meses, se ha ofrecido una panorámica sobre algunos de los conceptos y proyectos clave del ámbito de la innovación social digital en nuestra ciudad.
Así, se han abordado temas como la financiación de proyectos sociales, el futuro de la alimentación en las ciudades, los datos, la fabricación digital o la salud de internet, entre muchos otros, y se han cocreado los contenidos juntamente con entidades y espacios emblemáticos de la ciudad: Elisava, Barcelona TechCity, la InnoBAdora, DecidimFest, los Ateneos de Fabricación, Hangar, la Nau Bostik, Fabra i Coats y el Fab City Hub.